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BIOTECNOLOGIA EN LA NUTRICION DEL GANADO LECHERO 2da PARTE

BIOTECNOLOGIA EN LA NUTRICION DEL GANADO LECHERO 2da PARTE

MVZ,MA,Esp.Cert. Arturo C. Sánchez-Mejorada Porras

 

    La biotecnología no solo se usa en la suplementación directa a la ración sino también en la conservación y mejoramiento de los forrajes. Uno de los métodos más utilizado en la conservación y mejoramiento de los forrajes además del henificado, que implica la  conservación por  desecación del forraje a un porcentaje de humedad de alrededor del 15%, es el ensilado; en nuestro sistema de producción intensivo, los  silos alfalfa y particularmente el silo de maíz. La técnica de conservar forrajes bajo la forma de ensilado es muy antigua. Datos sobre la práctica de ensilar maíz en EE.UU. datan del año 1875. Desde esa época, ha sido uno de los componentes más importantes en el sistema de producción lechera intensiva. El ensilado es un método de conservación del forraje húmedo en un proceso de fermentación láctica del forraje  y que permite retener las cualidades nutritivas del forraje original mucho mejor que el henificado. El forraje fresco de cultivos como maíz, gramíneas, leguminosas, trigo y alfalfa, puede ser conservado por medio del ensilaje. los forrajes ensilados son muy apreciados en la nutrición de rumiantes. Como dato en los EE UU y  en Europa, almacenan un alto porcentaje de sus forrajes como ensilaje. Aún en países con buenas condiciones climáticas para la henificación, como Francia e Italia, cerca de la mitad del forraje es ensilado. Para producir un ensilaje de buena calidad es esencial asegurar que se produzca una buena fermentación microbiana en el ensilado. El proceso de fermentación no depende sólo del tipo y la calidad del forraje, sino también de la técnica empleada para la cosecha y para el ensilaje. El ensilaje es una técnica de preservación de forraje que se logra por medio de una fermentación láctica espontánea bajo condiciones anaeróbicas. Las bacterias epifíticas de ácido láctico (BAC) fermentan los carbohidratos hidrosolubles (CHS) del forraje produciendo ácido láctico y en menor cantidad, ácido acético. Al generarse estos ácidos, el pH del material ensilado baja a un nivel que inhibe la presencia de microorganismos que inducen la putrefacción. Una vez que el material fresco ha sido almacenado, compactado y cubierto para excluir el aire, el proceso del ensilaje se puede dividir en cuatro etapas: La  Fase 1 – Fase aeróbica. En esta fase -que dura sólo pocas horas- el oxigeno atmosférico presente en la masa vegetal disminuye  y hay una actividad importante de varias enzimas vegetales, siempre que el pH se mantenga en el rango normal para el jugo del forraje fresco (pH 6,5-6,0). La Fase 2 – Fase de fermentación. Esta fase comienza al producirse un ambiente anaeróbico. Dura de varios días hasta varias semanas,. Si la fermentación se desarrolla con éxito, la actividad BAC proliferará y se convertirá en la población predominante. A causa de la producción de ácido láctico y otros ácidos, el pH bajará a valores entre 3,8 a 5,0. La Fase 3 – Fase estable. Mientras se mantenga el ambiente sin aire, ocurren pocos cambios y finalmente  la Fase 4 – Fase de deterioro aeróbico. Esta fase comienza con la apertura del silo y la exposición del ensilaje al aire. El deterioro aeróbico ocurre en casi todos los ensilajes al ser abiertos y expuestos al aire. Sin embargo, la tasa de deterioro depende de la concentración y de la actividad de los organismos que causan este deterioro en el ensilaje.

Para evitar fracasos, es importante controlar y optimizar el proceso de ensilaje de cada fase. En la fase 1, las buenas prácticas para llenar el silo permitirán minimizar la cantidad de oxígeno presente en la masa ensilada. Las buenas técnicas de cosecha y de puesta en silo permiten reducir las pérdidas de nutrientes (CHS) inducidas por respiración aeróbica, dejando así mayor cantidad de nutrientes para la fermentación láctica en la Fase 2. Durante las Fases 2 y 3, el agricultor no tiene medio alguno para controlar el proceso de ensilaje. Para optimizar el proceso en las Fases 2 y 3 es preciso recurrir a aditivos que se aplican en el momento del ensilado. La Fase 4 comienza en el momento en que reaparece la presencia del oxígeno. El deterioro durante la explotación del silo puede minimizarse manejando una rápida distribución del ensilaje. También se pueden agregar aditivos en el momento del ensilado, que pueden reducir las pérdidas por deterioro durante la explotación del silo. A partir de la década de 1990, el uso de aditivos para mejorar las condiciones del proceso de ensilaje comenzó a hacerse muy común. Existe un amplio rango donde escoger substancias como aditivos y actualmente se dispone de un gran número de aditivos químicos y biológicos comerciales adecuados para el ensilaje. Entre aditivos de la misma categoría se manifiestan diferencias tales como la efectividad general, la adecuación para determinado tipo de forraje, y la facilidad para su manejo y aplicación. Estos factores, junto al precio y la disponibilidad, determinan cual es el aditivo más conveniente para un ensilaje específico. Un problema práctico que presentan algunos aditivos es su naturaleza corrosiva que puede dañar equipos y constituir un riesgo para su manipulación. Los aditivos biológicos no son corrosivos y no hay peligro en su manipulación, pero suelen ser caros. Además su eficacia es menor puesto que depende del estado de actividad de organismos vivos. La calidad del almacenaje de los aditivos biológicos por parte de fabricantes, vendedores y el propio agricultor es por ello un elemento fundamental. Pese a estas exigencias, tanto en nuestro país como en los EE UU y en Europa, los inoculantes con bacterias se han convertido en el tipo más frecuente de aditivo empleado en ensilajes de maíz, gramíneas y leguminosas que puedan secarse a contenido  mayor a 300 g MS/kg (30 % de Materia seca). Entre éstos aditivos se encuentran los Aditivos Estimulantes de fermentación que pueden afectar la estabilidad aeróbica como los inóculos de BAC, Azúcares (melaza) y Enzimas. Los aditivos Inhibidores de fermentación para el control y proliferación de Clostridios como el Acido fórmico, Acido láctico, Acidos minerales, Nitritos, Sulfitos y Cloruro de sodio. Los  aditivos Inhibidores de deterioro aeróbico como inóculos de BAC, Acido propiónico, Acido benzoico, Acido sórbico. Aditivos como Nutrientes para mejorar la estabilidad aeróbica como la  Urea y amoniaco  y los Minerales y finalmente los Aditivos Absorbentes como la Paja y la Pulpa seca de remolacha azucarera. Ante el severo impacto que han tenido en los costos de producción debido a los incrementos en los insumos, principalmente grano (Maíz) y la Soya, el manejo adecuado del forraje en el proceso de ensilado y la biotecnología aplicada a los procesos fermentativos ayudan a preservar y mejorar las características nutricionales y a considerar una mayor participación en la ración de un forraje de buena calidad. De eso hablaremos en la próxima entrega.

Para mayor información consulte al MVZ especialista certificado.

arturosanchezmejorada@msn.com
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