La Biotecnología ha sido utilizada con éxito por la humanidad desde hace cientos de años, principalmente en procesos de fermentación para la producción de alimentos de indiscutible valor nutricional como son el pan, el queso y el yogur, o en la fabricación de bebidas como el vino y la cerveza. En los últimos años ha sido desarrollado un enorme potencial de éste campo y sus diferentes aplicaciones en la nutrición y en la ganadería lechera. Así, las áreas de actuación para la Biotecnología incluyen actividades en fermentación, enzimas, cultivos celulares, ingeniería genética, levaduras, recuperación y concentración de microorganismos o productos del metabolismo microbiano, ingeniería de proteínas y producción de anticuerpos y minerales por citar algunas de las más importantes. Sin duda, como ya hemos comentado, la de mayor repercusión social, es la genética molecular o ingeniería genética. La técnica del ADN recombinante consiste, básicamente, en insertar en el ADN de un organismo un gen (o grupo de genes) procedentes de otro organismo diferente. Este proceso, permite trabajar con organismos unicelulares como bacterias y levaduras. Por otro lado desde el punto de vista agronómico y bromatológico, la ingeniería genética vegetal permite obtener variedades con mejores rendimientos, más ricas en determinados nutrientes y más productivas. También es posible actuar en la mejora de la conservación de forrajes y silos, aplicando estas tecnologías a bacterias ácido lácticas.
Algunas de las áreas desarrolladas por la biotecnología de alimentos son por ejemplo la identificación, conservación y producción de iniciadores mediante sistemas de fermentación (bacterias lácticas, levaduras, hongos filamentosos, etc) purificación de aditivos alimenticios ( enzimas, pigmentos, promotores, aromas, etc) , desarrollo de procesos de producción de una amplia variedad de ingredientes activos o aditivos alimenticios generados por fermentación. Las tecnologías del ADN aplicadas a la nutrición animal tienen el objeto de mejorar la nutrición mediante la utilización de enzimas para mejorar la disponibilidad de nutrientes, disminución de los costos de alimentación y reducir sus desechos al medio ambiente. La prebiótica y la probiótica pueden disminuir los microorganismos patógenos del aparato digestivo o hacer a los animales más resistentes a ellos. La biotecnología del rumen tiene posibilidades de mejorar el valor nutritivo de los alimentos en el ganado lechero. Entre los métodos para mejorar la digestión ruminal figuran el empleo de probióticos, el enriquecimientos con minerales quelados, la transferencia de microorganismos al rumen y el control y modificación de la flora bacteriana, la fermentación ruminal y sus subproductos metabólicos en beneficio de su productividad.
La biotecnología enzimática incluye el manejo de las fermentaciones que se utilizan en la producción de alimentos, mejora de microorganismos y producción de enzimas. La fermentación es la transformación de una sustancia o sustrato (Por ejemplo crabohidratos de baja digestibiliad) en otra utilizable mediante un proceso metabólico mediado por microorganimos y enzimas. En ganado lechero se utilizan enzimas microencapsuladas resistentes a la proteolísis a nivel ruminal.
Es común el uso de aditivos para suplir el valor nutricional del alimento. Uno de los aditivos más utilizados hoy en día son las levaduras. La levadura más utilizada es el Saccharomyces cerevisiae del cual hay más de dos mil cepas registradas. Debido a su capacidad de estimular el crecimiento y actividad de bacterias ruminales específicas que digieren la fibra del forraje (Celulolíticas y hemicelulolíticas), que digieren la proteína (Proteolíticas) y que aumentan el rango de utilización del ácido láctico.
Es capaz de mejorar la digestibilidad de la dieta en base a Materia Seca debido una mejora la digestibilidad de la Proteína Cruda y de la Fibra, además de estabilizar las condiciones del rumen, lo que se traduce en un aumento del consumo de Materia Seca y a su vez de una mayor disponibilidad de Äcidos Grasos Volátiles, que constituyen la mayor fuente de energía en los rumiantes para la producción de leche.
Otro grupo de aditivos lo constituyen los minerales, estos, si se agregan a la dieta en su forma inorgánica como sulfatos, carbonatos y óxidos, que son degradados en el tubo digestivo para formar iones libres, son muy activos y forman complejos con moléculas difíciles de absorber y que alteran la suplementación mineral y terminan un buen porcentaje en las excretas. Actualmente se utilizan los Microminerales Orgánicos como aditivos que son unidos mediante un proceso de Biotecnoloía llamado “quelación” a moéculas orgánicas, mezclas de aminoácidos o péptidos formando “proteinatos”. Esta forma los minerales traza están protegidos de la reacción con otros químicos, haciéndolos más solubles por tanto mejorando su absorción y aumentando su biodisponiblidad; el Zinc, Cobre ,Manganeso, Selenio y Cromo orgánicos, cumplen distintas funciones de gran importancia dentro del oganismo de la vaca lechera como el crecimiento, fertilidad, inmunidad y funcionamiento de tejidos, ayudan a disminuir las incidencias relacionadas de algunos problemas podales, mastitis, inmunosupresión, entre otros. En el caso del Selenio y el Cromo, se presentan dentro de cultivos de levaduras que los incluyen presentándolos tal cual existen en la naturaleza disminuyendo problemas de toxicidad y de absorción a nivel gastrointestinal.
Existen además productos como los silicatos combinados con cultvos de levaduras (glucomananos) que aumentan la capacidad de ”secuestrar” Micotoxinas de los alimentos, principalmente de silo y grano contaminados. La biotecnología no solo se usa en la suplementación directa a la ración sino también en la conservación y mejoramiento de los forrajes como es el caso de los inóculos bacterianos agregados al ensilado, de lo que hablaremos en la próxima entrega.
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